sábado, 8 de agosto de 2009

Si-les y No-les

Pues después de dos días deshacien do maleta y papeles, y con el margen que da un hermano chófer-tardón, resaltaré los últimos detalles de la experiencia entierras bávaras y de la reinserción a esta la boca del infierno solar que tan a gusto se disfruta en el mes de Agosto.
La primera diferencia y la más obvia: el clima. Y al final te acostumbras, que si llueve un día te quedas en casa, pero al quinto ya vas en bici como si nada. El fresquito veraniego (chaquetas y fulares incluidos) es algo que se echa muy de menos.
Sobre todo y ahora con la distancia sé que echaré de menos a los de la cena del Lunes en mi casa, que por ahora sigue siendo Schleissheimerstrasse hasta que pasen los días y me dé cuenta de que no estoy de vacaciones sino de que realmente he vuelto para quedarme. Compañera de piso, de penas y alegrías, de trabajo hasta las tantas de la madrugada y de vino. Chula de guateques y desahogo de conversaciones tendiendo a políticas para arreglar el mundo, o por lo menos para intentar ver un poco más el conjunto; el momento chela pase lo que pase queda grabado. Del género masculino también los hay que se salvan, como el siempre amigo polaco dispuesto a poner alcohol del bueno a nuestros planes; el alemán con acento mejicano que siempre levanta una sonrisa. Por qué no, también el francés, que por fortuna o por desgracia siente tan parecido. También salvaremos a algún muniqués, aunque uno por ser cercano a Franziska y portarse muy bien en los momentos de estrés, y al otro que sigue en modo prueba pero que ha demostrado interesarse un poco más allá también por la persona. El resto bueno o malo queda como experiencia.
Con lo que va a costar no vivir es con esos parques como bosques, oscuros como boca de lobo y que aquí ni se me ocurriría siquiera bordear, y en los que allí disfruté paseando al perro hasta descalza.
Los pequeños detalles son los que hacen de mi casa un auténtico lujo, como son poder moverte por ese "gran pueblo" en bici, rápido y sin peligro alguno. Para las noches de fiesta siempre contar con el tranvía 24h en frente de la puerta de casa. Deporte: como quieras a la hora que quieras y a precio irrisorio en el caso de buscar instalaciones; ni yo o misma hubiera apostado a salir a correr tanto y a las horas más intempestivas. De tiendas, viva el pequeño comercio con bolsa de lona al lado de casa, y en cuestión de moda valga el ejemplo de que nunca habíame yo preocupado por ello y que me he vuelto con una auténtica colección de zapatos; la ropa también preciosa pero a precios desorbitados-viva-el-poderío, y para cadenas pues las tengo ya aquí.
El ritmo de vida de un pueblo grande con dinero no es comparable al de una macro-colmena rodeada de ciudades dormitorio, así es que pido margen para volver a la puntualidad que efectivamente perdí; cuidado con esperar a la estresada-agobiada persona que era.
A nivel profesional evitaré comparaciones, y sólo echaré de menos la consideración que en otras tierras se tiene a los estudiantes, y la eficiencia de los sistemas cuando te lo curras por el camino y pautas marcadas. Volver a acostumbrarse a las barreras burocráticas está costando, aunque ya no sorprenden claro.
A nivel más social y general, ¡viva el libre albedrío! Y esta versión de Babel multicultural que de nosotros depende aprovechar en el mejor de los sentidos.
Es verdad, esta experiencia en el extranjero abre los ojos y el corazón a las oportunidades de todas partes del globo, quita reticencias y miedos, y desmitifica también. Pero sobre todo deja ver claramente lo que tienes y dejas en el orígen, y la valoración es entonces fácil: de Madrid soy y en Madrid me quedo.

martes, 12 de mayo de 2009

Paragüero

Qué gusto ver una diéresis en una palabra de la lengua materna, sin intentar pronunciar siete veces antes de dar con la forma correcta.
En el paragüero de hoy por estos lares entran muchas variedades: desde el hombre en traje con una mano en el manillar y otra sujetando muy dignamente un paragüas rojo gigante, pasando a la señora que ha decidido además de salir a correr no mojarse y coger uno de rayas. También los hay que cuando sale el sol se vuelven contra el mundo, o contra los peatones que intentamos caminar sin que su vaivén adelante y atrás se convierta en arma y nos saque un ojo de su sitio. Yo sigo en mis trece y todavía no he sacado paraguas ninguno, que para eso están la gabardina y los cafés. Pero cuando vas camino de recoger tus copias aún calentitas de la impresora de tu proyecto final de carrera, todo se desvanece. De repente no sientes más que tu sonrisa, y quieres a todo el mundo que te cruzas, y recuerdas a todos los que han aportado con su amistad algo a tu persona. Porque estar en este punto es culpa un poco mía y un poco de todos los que me rodean.
Esta semana toca la presentación oficial; las cosas de palacio, despacio. Así es que, ¡va por vosotros!
Las leyes de la inoportunidad no iban a ser menos y todos los follones de pisos y mudanzas acompañaron en el tiempo de mi entrega, pero ha merecido de largo el esfuerzo. En menos de una semana hemos creado hogar, y del bueno (perro incluido). Tengo ya todo lo que venía buscando pues, incluyendo trabajo, clases de alemán y mil planes para el único día libre a la semana.
Los planes para el próximo curso van tomando forma debido a los trámites que empiezan ahora para solicitar el máster de materiales de vuelta en casa. También habrá que plantearse mudarse algo más cerca de la universidad, y buscar alguna mínima fuente de ingresos para ello. Cuesta un poco verlo desde aquí, cuando recién acabo de montar una vida.

martes, 14 de abril de 2009

"Soleando"

De la nieve primaveral que tan mal me sentó conocer (cinco meses de frío invernal son más que suficientes para mi salud mental) hemos pasado a los tirantes, bermudas, chanclas...pero sobre todo: !a las excursiones en bicicleta!
Porque aunque algunos detalles de profesor pendejo hayan reducido mis vacaciones a la tarde del Lunes, mereció de largo la pena. Creo que no disfrutaba tanto de mi tiempo libre desde que fuí a la playa con Maite hace ya tiempo. Como enana a punto de ir a un parque de atracciones, metí la botella de agua y la cámara de fotos en la mochila, y me reencontré con mi linda bici para pasear por nuevas callejuelas, antes de llegar a otros jardines palaciegos aún no visitados. Porque aquí pasa con los parques como en Madrid con el museo de El Prado: como lo tienes cercas aplicas el "ya iré un día de estos", lo cual se traduce por lo menos a meses.
Así es que heme ahí en otra versión muniquesa del Retiro, aparcando bici para pasear al sol, siempre y cuando los árboles lo permiten claro. También disfruté de buenas carcajadas a costa de la ironía de sus anunciadas "grandes cascadas"; baste decir que las del parque de la laguna en Villalba son menos escultóricas pero bastante más altas.
Sin ser amiga de primeras impresiones, y habiendo tocado un poco más de fondo en esta ciudad y su gente, es inevitable reconocer el nivelazo de vida que gasta esta gente. Dejando el tema obvio del dinero (porque empiezo a sospechar que con la partida de nacimiento el ayuntamiento te da un ticket a canjear por cochazo a los 18), esta no deja de ser la "gran villa" como mejor definición. Con los pros de poder recorrerla en bici, y contras como que el metro sea cada 20 minutos. Y la percepción varía radicalmente, no sé hasta que punto por mi subidón de ánimo, con el buen tiempo. A destacar que les fató tiempo a los lechosos alemanes para despelotarse a tomar el sol en cada parque; y digo despelotarse porque pasando de bikines llegue a ver hasta tangas. Bienvenidos aquellos amigos solteros que gusten de bellezas semidesnudas y desencantadas de las opciones masculinas nacionales. Matizar el hecho de que la ducha diaria no es norma para todas.
Y tras tantas horas horno-arriba, horno-abajo en el laboratorio llega el auto-premio, porque he decidido que este finde aprovechando que vienen mis papis (:D:D:D:D:D) vamos a hacer escapadita en coche a uno de los laguitos idílicos de los alrededores. Los planes a más días no llegan por las recién estrenadas prácticas y los días que ya me he adjudicado para los exámenes de Junio, así es que la única misión de supervivencia a inculcar a mis padres : "zwei bier (bitte)!"; porque siguiendo con lo de "los bávaros se lo montan bien", con el sol llegan los "biergarten", que son la expresión de "terracita de veranbo" elevada unas cuantas potencias, a saber: cerveza de la buena barata y en grandes cantidades, butacas de playa al sol pero en el más cómodo césped...
Definitivamente espero que mi amiga y futura compi de piso me inculque más hábito de deporte que los tradicionales tres días a la semana porque 1-voy a volver rodando 2-ni ganas de presupuestar, ni mucho menos de pasar el tedio de ir a comprar ropa, que todavía me veo rezando por entrar en la de verano que traerán ahora mis padres (que ganicas tengo ya de deshacerme de pantalones largos y llegar a la liberación de las faldas de algodón).
En visitas futuras, para los que lleguen a ras antes de mi vuelta, vénganse preparados psicológicamente para compartir suelo, terraza, etc. porque mi marcha de la habitación-perfecta-pero-casera-impresentable significa la tranquilidad de un minipiso compartido con Franziska. Traducción: 35m2 aprox para todos y todo. Pero a acogedoras seguro es difícil ganarnos ;)

domingo, 29 de marzo de 2009

bis dahin

Vida y blog ha quedado claro son cosas que no llevo a la par. Me gustararía saber más de vosotros, del día a día que no compartimos, y me gustaría contaros más, pero compartiendo café o cervezuela de por medio.
Es durante este último mes cuando empiezo a sentirme centrada en esta ciudad, cuando empiezo a decir que vivo aquí y que ésta es mi casa. Asusta un poco, pero a estas alturas los alemanes no me convencen a largo plazo.
Nuevo semestre y objetivos cumpliéndose poco a poco. Por de pronto trabajo en el laboratorio de la universidad, mudanza con amiga y vecina Franzisca para Mayo, últimos exámenes en Madrid en Junio, y solicitud de beca para intensivo de alemán en Julio. Si todo sale bien espero viajar la última semana de ese mes; interrail? Turquía? Laura en Delft? Se admiten companía y sugerencias.
Como la fecha de vuelta sigue entonces un poco en el aire, lo dejamos en un 'hasta entonces' como reza el título.

viernes, 20 de febrero de 2009

Nieve vs. Leyes Físicas

Nuevo semestre a la vista y más planes.
La ampliación del intercambio está sólo a falta del consentimiento del rectorado en Madrid.

Merece la pena comprobar que, en menos de cuatro días, mi coordinador aquí me había enviado todos los documentos firmados y sellados al mail. Y ésto con el ánimo de facilitarme la vida y no tan solo el estudio, porque en principio hay tiempo de sobra para acabar el proyecto a tiempo, así es que la relación con la universidad se restringirá al curso de alemán.

Merece lástima comprobar la lacra que soportan en mi universidad origen. Valga el ejemplo de que un profesor en una escuela de ingeniería, en el siglo XXI, se permita el decoro de aseverar sin que se le contraiga nada que "no responde e-mails". Por no hablar de intromisiones en vida ajena a las que por desgracia estamos acostumbrados. Detalles que espero pasar pronto.

Un lujo el haber escapado algunos momentos con vosotros, aunque hayan sabido a poco. Alegra saber de vuestros planes y del día a día. Esta vez sí miré por la ventanilla del avión con el gusanillo de quedarme.

Para mayor alegría he recibido una fantástica visita: Tai y Fran. Los días claro que se hicieron cortos, y no sólo por las pocas horas de luz que nos dejó el vendaval de nieve. Ha sido genial teneros en mi nuevo hogar y compartir mis sitios favoritos, que ahora suman vuestro recuerdo.


El pan de cada día aquí se refiere a las ingentes cantidades de nieve que caen durante las 24h, dando lugar tras las noches a gruesas e informes capas de hielo. Por cierto que con ellas hemos lidiado mi bicicleta y yo, creando debate sobre los milagros, porque devota como soy de la Ley de Murphy me sorprende no haber resbalado hoy con el portátil justo en la puerta de mi casa. Pero imagino ya vendrá en buen tiempo y las faldas, y las caidas y raspones que compensen tamaño desvío de la entropía del universo. Sirva de ejemplo el regalito que encontramos en la noche de fiesta muniquesa: sí, es un vaso de cerveza, completamente congelada, con el detallismo de Tai de ponerle nieve para asemejar espuma. Creo que asustó más que gustó, aunque las risas dieron para esperar el tranvía y el vaso luce en mi cocina.

Como a la temperatura acaba una acostumbrándose, si en mayo me veis en tirantes no asustarse, es parte de la "adaptación-bávara"; menos mal que dejé el rubio atrás.

Siguiendo con celos culinarios, mañana por la noche mis amigos japoneses preparan shushi y, para contrastar, planeo deshacerme del trozo de jamón que me empaquetó mi mami haciendo croquetas en mi cumple. Espero que sea la envídia la que mueva montañas, o por lo menos a alguno a apuntarse ese fin de semana.

lunes, 2 de febrero de 2009

Decisiones y el Universo contra mi compra

Sé que no tengo tiempo, que la cuenta atrás de los exámenes apremia, pero tenía que escribiros. Hoy me sentado a decidir mi futuro, y dicho así la verdad es que asusta un poco. Como ya sugerí estas vacaciones en casa, alargo mi estancia en tierras bábaras, con el reto de aprovechar al máximo estudios y experiencia, aunque con la pena encogida de la distancia.
La decisión ha esperado hasta el final, y parte de la base de seguir siendo estudiante (con las facilidades inherentes en esta ciudad), lo cual deriva en ampliar otro semestre de Erasmus en la TUM, esté haciendo proyectos o no con ellos; se mantienen claro las valiosas clases de alemán.
Más a largo plazo, tantas opciones que da miedo. Detalles como estar haciendo un Diplomarbeit (Master Thesis) abren ahora muchas puertas; barajando pues la doble titulación, máster feten de materiales avanzados, ¿doctorado?... definitivamente caigo del lado de los materiales y abandono el rollo de "politiqueo-pasillil", lo que para mí vendría suponiendo un MBA.
He de reconocer que esto se decide después de haber experimentado una primera "vuelta a casa", primero a Madrid y luego a Munich. He visto las auténticas amistades, el cariño...cosas que la distancia no cambia. Sabemos que el día a día cuesta algo más mantenerlo, pero ahora sé "empíricamente" que podemos.
Antes de que caiga la última lagrimilla de la niña que va quedando atrás, también anuncio que tengo billete para el mes de Mayo, y con la suerte de encontrar prácticas (papá y mamá ya han mantenido bastantes caprichos) espero mantener la frecuencia. En cuanto al detalle de sueldos aquí, prefiero no daros motivos para llorar con la última estadística en mi poder. Pero eso será después de exámenes y proyectos, véase Marzo.

Respecto a la parte negativa de la entropía del Universo de hoy, matizar que he salido y dado la vuelta a casa varias veces antes de poder intentar comprar leche:
1. Bici hasta el cajero-no-comisión más cercano: me he dejado la tarjeta en casa.
2. Bici hasta elcajero-no-comisión más cercano con tarjeta: después de casi dos meses si utilizarla el pin ha desaparecido sin dejar huella en mi memoria, por eso estaba en casa y no en mi cartera claro, y el truco del meloapuntoen... en casa.
3.Bici hasta casa y las narices, voy al súper y ya pago allí con la tarjeta, todo el camino para aprenderme otra vez el numerito: "identificación" en alemán no entra dentro de las palabras internacionales, así es que la cajera me suelta su verborrea bábara y yo respondo el automático "Wie, bitte?", a lo cual ella responde de igual manera, hasta que una abuelilla me ayuda. Primera vez que me piden identificación para la tarjeta en este país, ya que se supone aquí marcas tu código cuando pasan la tarjeta. Y por supuesto no tuve que utilizar el dichoso código.

Mañana pues me tocará pararme en el cajero antes de llegar a la Universidad, donde además de las tasas del siguiente semestre espero poder apuntarme a un intensivo de alemán para el mes de "vacaciones" de Marzo. Además de seguir con la búsqueda de dátiles que hoy no encontré; y es que no hay mejor forma para chuparse los dedos con el bacon ibérico curado que guardo en la nevera, junto con el saludable nuevo hábito del vino claro, pero eso corre a cuenta siempre de los invitados a mis manjares, jajajaja.

lunes, 19 de enero de 2009

Como todos los que seguimos en el sector estudiantil, agobiada con los exámenes, no iba Munich a tapar o cambiar mi personalidad claro. Aunque escapo a hacer los dos exámenes que junto con el proyecto me separan del final, lamento preveniros de que será una visita totalmente fugaz, así es que nadie se sienta mal ni se enfade si no nos vemos (hasta mi madre está alertada, qué cruel).
La re-entrada en esta ciudad está siendo mucho mejor de lo que esperaba: ni tanto frío, y muy buen ambiente en el piso y en la universidad. Antes también lo había, pero imagino las amistades distaban todavía de ser algo medianamente parecido a mi querido grupo madrileño (incluyo a los de otras comunidades autónomas porque allí es donde nos conocimos).
En fin, el Sábado hice carillas, mmm... para los que no conocen a mi madre, y es que este es un plato muy suyo aunque me haya dado cuenta aquí del desconocimiento general, son unas judías pequñitas, por supuesto mucho más suaves y ricas. El aderezo traido de la visita a la tierra natal durante las fiestas ya tan lejanas. Así es que nos relamimos bien a gusto durante el café mi nuevo chahi-compañero de piso Fran (madrileño para variar), mi solazo de vecina Franzisca, y el encanto de Florian. Una tarde genial.
Y como cada vez que el agobio me llama, me evadí en forma de visita al museo con Franzisca y, este hábito me sorprende hasta a mi, saliendo a correr. Luego a estudiar como una campeona claro, pero bien a gusto.
El tiempo ya vale más que el oro en mi agenda dado el insuficiente rendimiento fuera de la acostumbrada e innombrable escuela politécnica. Perdonaréis pues mi ausencia.

lunes, 12 de enero de 2009

09/01/09 Barajas: Campo de Refugiados

Valga el relato de la experiencia aunque el teclado aleman no permita la correcta escritura.
El vuelo IB 3534 estaba programado para las 8.50 am. Dada la distacia y conexiones a horas tempranas, mi amiga mejicana y yo nos subimos al tren de las 5.40am en Villalba direccion Nuevos Ministerios. A nuestra llegada al metro, todas las maquinas de billetes estan apagadas o fuera de servicio, pero conseguimos llegar finalmente al puesto de facturacion de Iberia en la T4 pasadas las siete. Tras despedidas familiares pasamos los controles de la zona de embarque, y comprobamos puerta y hora de nuestro vuelo; solo una vez alli aparece como retrasado media hora, y nos entretenemos con la curiosa vista de un aeropuerto nevado. Tras subir a bordo comienza el escepticismo de la azafata respecto al tiempo, y la espera a que nos den pista desde la torre de control; dos horas mas tarde desembarcamos con la noticia de que se ha cerrado el aeropuerto. Ningun responsable aparecera durante las 12h que esperaremos en total frente a la puerta de embarque inicial, y las colas para "Atencion al Cliente" de Iberia no seran nunca inferiores a 2h. En "Informacion" de Aena solo nos confirmaran la cancelacion a las 20.30h, momento en el que las ventanillas de Iberia dentro de la zona de embarque comenzaran a bajar sus persianas con el consiguiente alboroto sonoro, pero no fisico, de las hordas de pasajeros abandonados en tierra.
La mision a partir de entonces: supervivencia.
Primero el intento de rescatar el equipaje, para el cual nos estiman esperas hasta las 5am del dia siguiente. Una mujer de nuestro vuelo nos indica, como si en el hundimiento del Titanic, "corred a la cola de BusinessClass que aun hay poca gente". Cuando subimos a las oficinas de Iberia en el aeropuerto lo entendemos: miles de personas se amontonan en grupos de cientos en cada ventanilla de atencion al cliente. En la de Business al principio no quieren atender al resto, y se llevan algun que otro grito, pero despues de mas de 3h esperando en la "cola buena" nos atienden. No tenemos vuelo para el dia siguiente; las conexiones conocidas estan completas y la lista de espera no es segura. Mi amiga mejicana y su amplio conocimiento de ciudades cercanas y conexiones a Munich sugiere posibilidades hasta acabar con sus garganta; la solucion pasa por ir via Viena sin mas remedio que con Iberia, y de alli a Munnich con la preferida Lufthansa. Ni hotel ni vales de comida tras mas de 16h en el aeropuerto.
Cuando bajamos a la sala de equipajes, en la que solo 2 cintas como mucho funcionaran, el caos se ha apoderado del suelo en forma de bultos dispersos sin orden ni control. Todos damos vueltas con el cuerpo entumecido, la cabeza latiendo y el animo perdido, cual si buscaras a algun familiar o conocido horas despues de un desastre. Mi bolsa de apuntes tardo en aparecer, con lo que me dio tiempo a replantear mi vida en cuanto a un cuatrimestre perdido, examenes a los que no optaria siquiera aprobar, billete para los mismos ya comprado y dinero echado a perder por tanto...El alivio tras una hora de busqueda y la llamada de Marta con su "La he encontrado!" dieron fin a nuestras ya escasas fuerzas y nos acomodamos igual que el resto como bien pudimos: abrigos en el suelo, portatil entre las piernas,... Los ninos dormian encima de las maletas mientras sus padres empujaban los carritos donde estaban para seguir con la cola de facturacion. Nadie facilito colchonetas, ni siquiera mantas, y por supuesto los aseos no se limpiaron en toda la noche aun con mas del doble de pasajeros atrapados en el aeropuerto.
Decidimos ponernos a la cola de facturacion a las 4.30am del sabado 10, ya que debido a la situacion "excepcional" no habia lineas asignadas a los vuelos de salida, sino que todas las lineas atendian todos los vuelos y ahora tambien los cambios de billetes. Si no facturas a tiempo vuelves a perder tu tiempo, y colarse con el estado de agitacion de la muchedumbre cansada y desesperada era comprar todos los boletos para un linchamiento. En la linea de faccturacion de Business habia 3 personas atendiendo exclusivamente a dichos pasajeros, mientras que en los demas solo habia 1; y se tomaron el decoro de negarse a atender al resto. Nos atendieron con la mayor calma, incluso con el comentario jocoso de "vaya follon aqui anoche no?", para a continuacion volver a negarnos vales de comida y enviarnos a la puerta de embarque erronea. Para cuando averiguamos esto ultimo en "informacion" Aena, ya que las pantallas seguian con vuelos del dia anterior y de los de madrugada, mi regalo de despedida fue recorrer toda la cromatografia que adorna la terminal, es decir, correr a la desesperada de punta a punta. Por supuesto el Madrid-Viena IB 3576 tambien se retraso, aunque nuestras caras y lagrimas de desesperacion de Marta hicieron que embarcaramos las primersas. Total, para esperar otras dos horas, ya casi rezando, a que nos dieran pista.
Con lo cual no llegaron para nuestra conexion en Viena a Munich, asi es que a esperar hasta las 16.45 al siguiente; el chico de la ventanilla Iberia nos dio los billetes, pero habia sido alertado para "no dar vales de comida", y mi pobre amiga definitivamente mando al infierno a la compania entre lagrimas.
Tuvieron que llegar los empleados austriacos a dedicarnos una humana amabilidad en el trato, al recoger las tarjetas de embarque, al preguntar por nuestras maletas. El vuelo a Munich de la tarde incluye kaffe&kuche, y ahi casi me pongo a llorar yo. Austria tiene mi corazon para siempre.
Al llegar a Munich nos indicaron la cinta por donde saldrian nuestras maletas en unos minutos; lastima concluir con que de camino al tren una de mis bolsas con la ropa nueva de reyes desapareciera. Todavia pendiente de la oficina de objetos perdidos, aunque he de reconocer que despues de asumir la perdida de apuntes esta bolsa solo me dolio por lo personal.
Y si, ya de camino a casa llore a gusto. Me meti en la ducha, salude a Victor, y descanse lo posible hasta que los amigos mejicanos vinieron a buscame y a levantarme el animo con una noche de cerveza babara.