Es de noche y no podría decir desde cuando, pero por fin estoy sentada frente a esta pantalla con una cama detrás, "lágrimas negras" de fondo, desistiendo finalmente de la copa de vino a la salud de Miki. Hoy ha tocado cargar maletas en el metro (herencia de menaje incluida), con la másgrandepersonadeCrij; costipaísima y con mochila interrail a cuestas, para acompañarme a firmar el que ha sido mi primer contrato de arrendamiento. Hasta las calles se ven ahora de otra manera.
Suerte. Es la palabra del día y protagonista de este piso compartido. Hay muchas cosas a favor de esta habitación, y algún inconveniente que aún pasa por pequeño.
Hay casero amable, músico, y con mil sibaritismos en la cocina , y que comparte; incluye también coros cantando en el salón contiguo durante la tarde de limpieza.
Hay pared para varias Meninas si alguien desea desarrollar nuevas aptitudes.
Hay pared para varias Meninas si alguien desea desarrollar nuevas aptitudes.
Hay compañero en la otra habitación, Víctor de Sevilla, también estudiando en mi facultad; buen chico según informes (porque es su segundo año aquí, y todo se sabe entre españoles claro).
Hay amplio baño, compartido, gasto moderado para evitarle a Herr Kaestner subirnos el alquiler.
Hay hijadecasero, que vivió un año en Argentina y quiere estudiar en Madrid.
Pero los dos pilares que sustentan mi amor por este nido son:
1-el hecho de tener parada de tranvía enfrente del portal . Sí, y en esta ciudad hay varias líneas, veinticuatro horas al día; con reserva eso sí de una parada de metro a cinco minutos (abierto: 4.41am-2.44am del día siguiente) y tres líneas de autobuses que aún estoy por explorar.
2-la primera impresión:
Hay papeleo en el ayuntamiento, en la universidad, y en el banco mañana.
Hay que hacerle una visita al megacentrocomercialbaratoparacosasdelhogar (yo publicidad la justa) dada mi aficción a dormir arropada con algo más que un saco de acampada.
¿Hay alguien pasando el aspirador?